La rentabilidad de la minería de recompensas por bloques está sometida a una fuerte presión en 2025, impulsada por el halving de Bitcoin en 2024 y el aumento de los costes energéticos. El halving redujo las recompensas por bloque a 3.125 BTC, mientras que la dificultad de minería global alcanzó un récord de 123T, empujando el precio del hash a un mínimo de USD 0.049 por terahash por segundo. Para muchos mineros, los costos operativos ahora superan los ingresos, y algunas operaciones de Estados Unidos enfrentan costos de hasta USD 137,000 por Bitcoin, muy por encima de los precios de mercado de USD 100,000 a USD 111,000.
Los costos de energía, que pueden representar el 80% de los gastos operativos, son el principal desafío. En regiones como Omán, las tarifas eléctricas subsidiadas de 0,035 dólares por kilovatio-hora permiten la rentabilidad, pero los mineros en Europa o partes de América del Norte enfrentan tarifas de hasta 0,20 dólares por kWh, lo que hace que las operaciones sean insostenibles sin ganancias significativas de eficiencia. La actualización a equipos avanzados como el WhatsMiner M66S+ de MicroBT es una estrategia común, pero el alto costo inicial, que a menudo supera los USD 10,000 por unidad, limita la accesibilidad para los mineros más pequeños.
Las tensiones financieras han obligado a tomar medidas drásticas. Empresas como Riot Platforms (NASDAQ: RIOT) vendieron USD 38.8 millones en BTC en diciembre de 2024 para cubrir gastos, lo que refleja una tendencia más amplia de liquidar reservas para mantenerse a flote. Los mineros más pequeños, incapaces de absorber las pérdidas, están abandonando la industria o están siendo adquiridos por actores más grandes como Marathon Digital (NASDAQ: MARA), que están escalando las tasas de hash para compensar las recompensas reducidas a través de economías de escala.
Para mitigar pérdidas, los mineros están diversificando las fuentes de ingresos. Algunos están arrendando poder computacional excedente para inteligencia artificial (AI) o computación en la nube, aprovechando la infraestructura existente para generar ingresos estables. Otros están invirtiendo en fuentes de energía renovable para reducir costos, aunque escalar tales soluciones requiere un tiempo y capital significativos. La crisis de rentabilidad subraya la necesidad de innovación constante, ya que los mineros deben equilibrar las presiones financieras inmediatas con estrategias a largo plazo para seguir siendo viables en un panorama hipercompetitivo.
Watch | Minería de Bitcoin en 2025: ¿Todavía vale la pena?
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Mineros en una situación difícil ya que la reducción de la recompensa afecta sus ingresos
La rentabilidad de la minería de recompensas por bloques está sometida a una fuerte presión en 2025, impulsada por el halving de Bitcoin en 2024 y el aumento de los costes energéticos. El halving redujo las recompensas por bloque a 3.125 BTC, mientras que la dificultad de minería global alcanzó un récord de 123T, empujando el precio del hash a un mínimo de USD 0.049 por terahash por segundo. Para muchos mineros, los costos operativos ahora superan los ingresos, y algunas operaciones de Estados Unidos enfrentan costos de hasta USD 137,000 por Bitcoin, muy por encima de los precios de mercado de USD 100,000 a USD 111,000.
Los costos de energía, que pueden representar el 80% de los gastos operativos, son el principal desafío. En regiones como Omán, las tarifas eléctricas subsidiadas de 0,035 dólares por kilovatio-hora permiten la rentabilidad, pero los mineros en Europa o partes de América del Norte enfrentan tarifas de hasta 0,20 dólares por kWh, lo que hace que las operaciones sean insostenibles sin ganancias significativas de eficiencia. La actualización a equipos avanzados como el WhatsMiner M66S+ de MicroBT es una estrategia común, pero el alto costo inicial, que a menudo supera los USD 10,000 por unidad, limita la accesibilidad para los mineros más pequeños.
Las tensiones financieras han obligado a tomar medidas drásticas. Empresas como Riot Platforms (NASDAQ: RIOT) vendieron USD 38.8 millones en BTC en diciembre de 2024 para cubrir gastos, lo que refleja una tendencia más amplia de liquidar reservas para mantenerse a flote. Los mineros más pequeños, incapaces de absorber las pérdidas, están abandonando la industria o están siendo adquiridos por actores más grandes como Marathon Digital (NASDAQ: MARA), que están escalando las tasas de hash para compensar las recompensas reducidas a través de economías de escala.
Para mitigar pérdidas, los mineros están diversificando las fuentes de ingresos. Algunos están arrendando poder computacional excedente para inteligencia artificial (AI) o computación en la nube, aprovechando la infraestructura existente para generar ingresos estables. Otros están invirtiendo en fuentes de energía renovable para reducir costos, aunque escalar tales soluciones requiere un tiempo y capital significativos. La crisis de rentabilidad subraya la necesidad de innovación constante, ya que los mineros deben equilibrar las presiones financieras inmediatas con estrategias a largo plazo para seguir siendo viables en un panorama hipercompetitivo.
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