
No se trata de un aumento o disminución abrupta, ni de riesgos regulatorios, sino de este límite absoluto de 21 millones de monedas, que convierte a cada participante en una pieza del juego de la transferencia de riqueza.
Cada centavo que ganas ya tiene un precio marcado en secreto: ese es el capital que otros han perdido.
Lo más cruel es que este juego no tiene 'ganar-ganar', solo una eterna oposición entre 'los ganadores' y 'los cosechados'.
.21 millones
ganador
El cosechado
Desde las conchas hasta el oro, desde el papel moneda hasta los activo