Cuanto más ricos son los hogares, más seguros y optimistas suelen ser sus hijos; ellos saben adaptarse y aprovechar las oportunidades. En cambio, los hijos de familias pobres suelen ser más inseguros y sensibles, mostrando debilidad y terquedad, a menudo aferrándose a formas de pensar rígidas. Las personas comunes generalmente comienzan a comprender la verdad y la lógica del funcionamiento social entre los 35 y 40 años, pero para entonces, a menudo ya están atrapados por las pesadas cargas de la vida y se sienten incapaces de luchar. Por otro lado, quienes nacen en familias adineradas ya han entendido todo esto a los veintitantos años y no necesitan gastar demasiado en costos de prueba y error. Los hijos de familias con buenas condiciones, bajo la protección de sus padres, absorben sabiduría desde pequeños al enfrentarse a entornos complejos. Cuando tienen siete u ocho años y comienzan a entender, ya empiezan a absorber conocimientos en el ambiente familiar, completando el proceso de prueba y error desde temprana edad; cuando alcanzan la adultez, siempre que no sean derrochadores, conocen a la perfección el funcionamiento de su familia. En comparación, los hijos de familias comunes, a los veintitantos años, a menudo aún están en un estado de confusión; pueden haber comenzado a despertar debido a su trabajo, y la mayoría ha sido alimentada con demasiadas ideas erróneas desde pequeños, lo que les lleva a gastar mucho tiempo y esfuerzo en limpiar estas percepciones incorrectas. Muchos incluso desarrollan patrones de pensamiento rígidos que son difíciles de romper. #中心化交易所Top3的重塑时刻# #Kevin Lee入驻Gate广场# #香港数字资产政策2.0发布#